Libertad vigilada de menores
Es una medida de seguridad que se impone a los menores de edad que han cometido un delito. Esta medida consiste en que el menor queda sometido a la vigilancia y supervisión de un equipo especializado, durante un periodo de tiempo determinado.
El objetivo de la libertad vigilada es ayudar al menor a superar los factores que determinaron la comisión del delito y a reinsertarse en la sociedad. Para ello, el equipo especializado puede imponer al menor una serie de obligaciones y prohibiciones, como:
- Asistir a un centro de educación o formación profesional.
- Realizar trabajos en beneficio de la comunidad.
- Cumplir con un programa de tratamiento psicológico o social.
- Evitar relacionarse con personas que puedan influir negativamente en su comportamiento.
La libertad vigilada puede ser impuesta por un juez de menores, en sustitución de la medida de internamiento. La duración de la libertad vigilada depende de la gravedad del delito cometido y de las necesidades del menor.
En España, la libertad vigilada para menores está regulada por la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores.
Ejemplos de libertad vigilada para menores:
- Un menor que ha cometido un delito de robo puede ser condenado a libertad vigilada, con la obligación de asistir a un centro de educación o formación profesional y de realizar trabajos en beneficio de la comunidad.
- Un menor que ha cometido un delito de violencia doméstica puede ser condenado a libertad vigilada, con la obligación de evitar relacionarse con la víctima y de cumplir con un programa de tratamiento psicológico.
La libertad vigilada es una medida que tiene como objetivo ayudar al menor a reinsertarse en la sociedad y a evitar que vuelva a delinquir.